-¿Y si el avión de papa cruzó el triángulo de las Bermudas? -pregunta Ruchami, la hija mayor, a Giti, su madre. Por cierto es la misma actriz que protagoniza la serie Unortodox.

Shtisel es una serie que retrata con un encanto muy concreto las vidas corrientes de una comunidad, pero sobre todo se centra en una familia: Los Shtisel.

Una de las tramas principales de la primera temporada está protagonizada por Giti, la hermana mayor de Akiva. Su marido la ha dejado por otra mujer, se ha ido a trabajar a Argentina pero ni saben de él ni manda dinero a la familia. Giti tiene un conflicto exterior: su marido lo ha dejado. Pero también, un conflicto interior: su lucha por su independencia econónmica y emocional.

La vida de Giti es muy dura, tiene que cuidar de sus hijos, trabajar para mantener a la familia, primero como asistenta y cuidadora de Amit, hijo de la dueña de una tienda de lujo, que juega con la Gameboy y pasa de ella.

En el primer trabajo de Giti entran dos mundos en colisión: el Jerusalem moderno y el Jerusalem religioso. Giti vive como en el Antiguo Testamento y tiene una vida difícil como todas las mujeres que viven según el Antiguo Testamento. Pero el personaje se revela bajo presión y muestra su instinto de supervivencia, su capacidad para enfrentarse a la adversidad, su determinación para salir adelante sin la ayuda de su marido.

El conflicto interior es más complejo porque Giti consigue la independencia económica, pero no la emocional. Es un retrato realista de una judía ultraortodoxa a la que separarse de su marido le resulta muy complicado por lo que supone: romper con la Ley judía, rechazar al padre de sus hijos, dar la espalda a la tradición.

Giti y su hija Ruchami

Pero ese realismo, esa normalidad forman parte del increíble valor de Shtisel. Como la vida misma.

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