La narración desde una ola de 30 metros.

La serie documental “Una ola de 30 metros” ha encontrado una estructura adecuada para arrastrarnos como una ola gigante de Nazaré desde el capítulo 1 al 6, sin perder el interés en ningún momento. El hilo conductor de la historia, el protagonista en torno al que giran los demás personajes, es Garret McNamara. Afortunadamente la personalidad y la vida de McNamara da suficiente juego como para sostener la estructura de la historia a lo largo de seis capítulos de una hora. Logro nada fácil de conseguir. La narración desde una ola de 30 metros.

La estructura está muy clara: presentación, nudo y desenlace, con sus puntos de giro correspondientes, y sostiene, con fuerza, la historia que se alarga y culmina en el emocionante capítulo final en el que Garret y Cotton se confinan, con sus familias, debido al coronavirus. “All passion spent”.

En el primer episodio, Garret se presenta como un explorador del océano que se encuentra más a gusto en el mar que en tierra. Unas voces en off de presentadores de televisión superpuestas a una imágenes familiares de Garret con sus hijos y su mujer en Hawai, nos informan sobre el récord mundial del Garret en Nazaré y nos dan un apresurado perfil de quien es nuestro protagonista.

La narración desde una ola de 30 metros.
Garret McNamara es un hombre de equipo y, a la vez, va por libre. El norteamericano descubre Nazaré como lugar para surfear grandes olas en el Cañón Norte y recibe el apoyo de muchos lugareños, quienes confían en él para dar a conocer su localidad.
La narración desde una ola de 30 metros.
Nicole, la segunda mujer de Garret, madre de sus dos últimos hijos y mente práctica y organizadora del proyecto surfero en común. Nicole también es surfista.

Urge una presentación del surf extremo. Aprendemos que, al principio, los surfistas se impulsaban con sus brazos tumbados sobre sus tablas para surfear olas más grandes. Huelga decir que las olas estaban masificadas y casi no había espacio para cabalgarlas, pero como cuando Edison creó la bombilla e iluminó el mundo, a alguien se le ocurre una idea genial para montar olas gigantes: utilizar primero zodiacs y más tarde motos acuáticas con una plataforma trasera, para remolcar mar adentro a los surfistas y rescatarlos después. ¡Eureka! Esa técnica lo cambia todo ya que los deportistas pueden alejarse de la orilla y coger olas mucho más grandes que si se propulsasen sólo con sus brazos.

Garret surfea en Hawai, México, California. Allí están las mejores playas para practicar ese tipo de surf.

Nazaré, la tierra de las olas

La historia da un giro de 180 grados cuando un funcionario del ayuntamiento de Nazaré, quien desde niño había observado las olas mastodónticas que se formaban en Playa Norte desde lo alto del acantilado, junto al faro, decide escribir un e mail a Garret McNamara con una foto que hace desde lo alto, mostrándole las olas gigantes vírgenes para el surf que hay en Nazaré.

La revolución.

Es Nicole quien se fija en este e mail, investiga junto a Garret las corrientes que hay en Nazaré y anima a su marido a viajar juntos a ver qué tal.

Esa decisión lo cambia todo. Presentación del lugar: Nazaré. Resulta que en este pueblo portugués se produce un curioso fenómeno geológico que da lugar a ese oleaje tan alucinante: hay una potente corriente submarina de una increíble potencia que pasa por el llamado Cañón Norte, que al final se comprime y fuerza, al emerger a la superficie, tan mastodónticas olas.

Garret y compañía

Como corresponde a un buen capítulo primero, toca la presentación del equipo que acompaña a Garret McNamara en su aventura portuguesa a lomos del oéano Atlántico. Conocemos a los personajes secundarios: C.J., hermano de Nicole, que es jugador de voleyball en Guadalajara, España, quien conduce la moto acuática en Nazaré, sufriendo un gran estrés porque él no es ningún experto y su cuñado es intensito, a Andrew Cotton, el fontanero surfero que sustituye a C.J. como piloto de la moto, al clan portugués que apoya a Garret, la gente del Ayuntamiento, los voluntarios, Celeste, la cocinera del restaurante donde almuerza todo el equipo, y Nicole, mujer de Garret y ojeadora desde lo alto del acantilado, cuya función se revela clave en el ejercicio de surf extremo de McNamara.

La narración desde una ola de 30 metros.

Puedes ver “Una ola de 30 metros” en HBO.

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