
El final de “The Crown” será la muerte de Isabel II. En los telediarios de la casa en la que trabajo son muy dados a hacerle una caja de pino a personajes de relumbrón de la vida pública, y ya se están preparando obituarios y especiales sobre la reina de Inglaterra, que entra mucho en el hospital. La reina me procuró cierta ternura, con sus lágrimas calladas, su cabeza gacha en el funeral de su marido. La serie de la que todo el mundo habla.
Pero antes de morir, a la reina le va a tocar pasar mucho y por su orden: en primer lugar pasar su annus horribilis: 1992 en el que la princesa Anna se divorció de su esposo, Mark Phillips, el príncipe Andrés se separó de Sarah Ferguson, y los problemas matrimoniales de Diana con su primogénito Carlos estuvieron en boca de todos en los mentideros del reino.
Se quema el castillo de Windsor
Los índices de popularidad caen en picado, y el castillo de Windsor, el favorito de la reina, se quema.
Pero lo peor estaba por llegar: la muerte de Diana y lo que para ella ha sido la puntilla: apartar a su favorito, el príncipe Andreé, menudo pájaro, de la familia real por su implicación en el escándalo Jeffrey Epstein, y la ruptura de amarras de su nieto Harry. La serie de la que todo el mundo habla.

Sí, aún queda mucha tela que cortar en “The Crown”. En primer lugar, las relaciones entre Carlos y Diana se van a tensar hasta extremos inimaginables y el pulso entre Diana y la reina tendrá a una clara vencedora.
Por otra parte, la relación de Isabel con su marido se enfría, haciendo vidas separadas. E Isabel ve cómo lo poco que quedaba del Imperio se desmorona a la vez que la importancia geopolítica de Inglaterra se reduce cada vez más.

Sin embargo la reina ha consolidado a la familia Windsor sacrificando la parte personal y muchas cosas más, la principal: su sueño de vida que queda claro en la cuarta temporada de “The Crown” que es vivir tranquila en el cambo y montar a caballo.
Ted Sarandos, jefe de contenidos de Netflix, confirmó que el proyecto de “The Crown” creado por Morgan abarcaba seis temporadas, seis décadas del reinado de Isabel II.
Por cierto, ya sabemos que no se tocará el tema del príncipe Andrés y sus conexiones con el escándalo de abusos sexuales de Jeffrey Epstein.
Elegir a la actriz Imelda Staunton para interpretar a la reina me parece muy acertado porque es una actriz de 10, capaz de interpretar con igual verdad a una reina de Inglaterra que a una asistenta.
“Me encantó ver The Crown desde el principio. Como actriz fue un placer ver cómo Claire Foy y Olivia Colman aportaron algo especial y único a los guiones de Peter Morgan. Me siento realmente honrada de unirme a un equipo creativo tan excepcional y de llevar ‘The Crown’ a su conclusión”, dijo Imelda.
Uno de los puntos fuertes de “The Crown” es su gozoso casting. A Staunton le acompañarán nuevos rostros: tras Helena Bonham Carter y Vanessa Kirby, Lesley Manville (‘El hilo invisible’, ‘Un amor extraordinario’, ‘Harlots’) será la encargada de dar vida a la hermana pequeña de la reina, la princesa Margarita.
La dirección de arte como pilar
La otra clave de “The Crown” es su dirección de arte. Los creadores de la serie son capaces de llevarnos por diferentes épocas y diferentes países, con su épica y gloria, sin escatimar, sacando partido a la potencia visual de la historia.

Aquí tienes un avance de la quinta temporada de “The Crown”
Puedes ver “The Crown” en Netflix.
Si te ha gustado el post, compártelo. Te lo agradezco porque me ayudas mucho.
Si quieres saber más de mí, curiosea mi Twitter.

Escritora. Autora junto con Gonzalo Toledano del libro “Cómo crear una serie de televisión” (Ediciones T&B) y “El verdadero tercer hombre” (Ediciones del Viento) “Los crímenes de Atapuerca” (Caligrama)
Periodista de RTVE.