
Me encanta Maggie Smith, disfruto con Maggie Smith, me aflora una sonrisa de puro goce y deleite cuando entra en el plano Maggie Smith, me hace feliz ver a Maggie Smith en acción en mi serie lorazepam que me relaja cuerpo y mente: “Downton Abbey”. Es una serie que engancha.

Descubrí a Maggie Smith en la película “Una habitación con vistas”. ¿Os acordáis de ese peliculón? Yo la vi en Málaga en los años 80 y me emocionó. Fue una experiencia de puro éxtasis y descubrimiento y volví a mi casa del Paseo Marítimo, corriendo y trotando y saltando y bailando por la experiencia de pura magia que acababa de vivir dentro de la sala íntima y oscura, acogedor útero materno donde me pasé la mejor parte de mi adolescencia, en el América Multicines.
Ay, ay, qué flipe. Qué actorazos tan extraordinarios, qué cantidad de sensaciones sentí a mis tiernos quince años viendo la peli de James Ivory. “Una habitación con vistas” es una novela de 1908 del escritor inglés E.M. Forster sobre las primeras experiencias sentimentales de una joven mujer inglesa de la época eduardiana. Ambientada en Italia e Inglaterra, la historia es tanto un romance como una crítica a la sociedad inglesa de principio del siglo XX.
El guion es de Ruth Prawer Jhabvala.
Siempre he creído que las películas de Ivory basadas en las novelas de E.M. Foster son mejores que las propias novelas de E.M. Foster.
Bueno, pues la alucinante actriz Maggie Smith interpretaba a la tía de Lucy, Charlotte Bartlett. Y fue amor a primera vista., Desde entonces no hay película o serie en la que salga Maggie Smith que no vea solo porque sale Maggie Smith.
En Downton Abbey, Maggie está magistral como Lady Grantham, supurando ironía y fino sarcasmo mientras paladea una copa de jerez (la serie puso de moda tomar sherry entre los más jóvenes en Inglaterra) y se resiste a los cambios de un mundo que desapareció para siempre en 1914, cuando empezó La Primera Guerra Mundial.
Debe ser un gozo místico para un guionista escribir frases que sabes que luego van a salir de la boca de Maggie Smith.
Aquí he elegido una selección de lo más trufado e irónico de su repertorio:
-No seas tan derrotista querida. Es tan clase media. (A lady Edith)
-El matrimonio es un negocio a largo plazo. Para la gente como nosotros no hay vía de escape. Asegúrate de elegir bien. (A lady Mary)
-¿Qué es el fin de semana?
-No hay nada más fácil que evitar a la gente que no te gusta. La prueba definitiva es evitar a los amigos.
-Los principios son como las oraciones. Nobles, por supuesto, pero muy incómodos en una fiesta.
-Ningún inglés debería soñar con morir en casa de otra persona.
-¿Cuál es el problema? Tengo muchos amigos que no me gustan.
-Supongo que no podemos asesinarle. (Al embajador turco)
-¿Qué es esto? ¿Un instrumento de comunicación o una tortura? (sobre el teléfono)
Es una serie que engancha.
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Nuria Verde
Nací en Madrid, en 1971. Soy licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense. Trabajo como periodista en Televisión Española. También he trabajado como guionista en diferentes series de televisión (Cuatro, Canal +, Telecinco). Asimismo, soy autora del libro Cómo crear una serie de televisión (T&B Editores, 2007) y de la novela El verdadero tercer hombre (Ediciones del Viento).
En 2010 dirigí un corto, Terapia, que fue nominado a los Premios Goya.

Escritora. Autora junto con Gonzalo Toledano del libro “Cómo crear una serie de televisión” (Ediciones T&B) y “El verdadero tercer hombre” (Ediciones del Viento) “Los crímenes de Atapuerca” (Caligrama)
Periodista de RTVE.