El guion de “El paciente inglés” comienza con una mano pintando figuras estilizadas de hombres que nadan en una cartulina con el estilo del arte rupestre. La primera imagen de la película tiene qué ver con el subtexto de la película.

Anthony Minghella, guionista y director de “El paciente inglés· tenía ante sí el delirante y difícil reto de adaptar al cine la novela de Michael Ondatjjee, una historia contada en un estido lírico y poética, con poca acción, que recreaba el Cairo de antes de La Segunda Guerra Mundial, donde se enamoran Almassy y Katherine.
Minghella tenía mucha trama que construir en el guion sobre un grupo de arqueólogos que buscan cuevas prehistóricas en el norte de África, compañeros de todas nacionalidades, entre los que destaca Ralph Fiennes, el conde de Almassy, un hombre atormentado y silencioso, envuelto por una manto de misterio y carisma.
Soy incapaz de escribir sintiendo tu sabor en mi boca.
Almassy

Otro de los retos del guión es construir la trama paralela protagonizada por Juliette Binoche, quien encarna a Hannah, una enfermera traumatizada por la pérdida de sus seres queridos durante la contienda.
Debo ser una maldición para los que me quieren. Debo estar maldita. ¿Por qué será?
Pero hoy os quiero hablar del subtexto, esa metáfora que simboliza algo más grande, en el caso de “El Paciente Inglés” es si Almassy corresponde en su amor a Katherine. El subtexto son los dibujos que Krist Scott Thomas pinta sobre los hombres que habitaron La Cueva de los Nadadores. Ella le pide permiso a Almassy para que los inserte en el libro que él ha escrito sobre arqueología en el Norte de África. Almassy se niega, diciendo que no los necesita y añade que tiene fotografías de sobra. Por supuesto Katherine y Almassy no están hablando en realidad sobre los dibujos de Katherine ni sobre el ofrecimiento de ésta sobre si los incorpora al libro del conde húngaro, en realidad están hablando sobre si historia de amor se hace realidad o no, sobre si caen uno en brazos del otro, sobre si Almassy da luz verde a Katherine.
El subtexto es aquello que subtituye al tema verdadero sobre el que se está hablando en un guion.
Almassy, un hombre torturado y monacal, austero y lacónico, durante la primera vez que habla con Katherine, rechaza su amor.
Y eso sería excesivo. ¿No es cierto? Sentir una obligación.
Katherine a Almassy
En las relaciones de amor es mejor no hablar directamente sobre el amor, y el conflicto en cuestión: Katherine está casada, su marido trabaja con Almassy, su marido es un buen tío, ella quiere a su marido, sino que es preferible escribir utilizando el subtexto, en este caso unos dibujo de los ‘nadadores’ que pinta Katherine.

Por favor, me gustaría que pusiera sus pinturas en mi libro.
Almassy a Katherine
Diciendo esta frase Almassy le está diciendo a Katherine que también está enamorado de ella y que quiere que su amor llegue a buen puerto. Minghella ya ha expresado el enamoramiento de Almassy con un movimiento de cámara que capta la mirada del conde cuando Katherine está relatando una historia de Giges, de cómo se convirtió en rey de Libia. El plano coloca a Almassy, ena posición baja, sentado, rendido a la seducción de ella, y aKatherine, de pie, erguida, en un posición más alta, en su actitud seductora.
Así es como Giges mató al rey, se casó con la reina y gobernó Libia durante 28 años.
Katherine
El subtexto se ramifica y hace avanzar la trama amorosa entre Almassy y Katherine cuando ella inserta sus dibujos en el libro del conde y descubre una foto tierna de él de nia, lo mira de pie enmedio del desierto, y con la fotografía en la mano, se enamora de Almassy. La acción del ebnamoramiento está expresado sin diálogo, solo con una mirada Kristin Scott Thomas y un retazo de la banda sonora. Suficiente.
Además Katherine descubre una anotaciones de Almassy en una hoja suelta que tiene en su libro y lee:
“A K. le sienta bien la ropa. ¿Le preocupa a K. el significado de la traición?”

El subtexto da más frutos cuando Katherine le pregunta a Almassy:
-¿Soy yo la K. de su libro?
Él permanece en silencio. Y el silencio en este caso es mejor que cualquier linea de diálogo que pueda decir Almassy porque con su silencio está diciendo que sí, reconoce tácitamente que ella es la K. de la que está enamorado, sobre la que ha escrito obsesivamente en unas hojas sueltas.
Tras las penalidades que sufren Almassy y Katherine en el desierto, el accidente del coche, la noche que pasan solos lejos del grupo, la tormenta de arena, ambos refugiados dentro de unos coche mientras hablan de los vientos de África y Herodoto, Katherine lleva la iniciativa e impulsa su historia de amor.
Anthony Minghella escribió un maravilloso guion y creó a un personaje complejo y nada fácil de interpretar, muy diferente al del libro
Ralph Fiennes

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Escritora. Autora junto con Gonzalo Toledano del libro “Cómo crear una serie de televisión” (Ediciones T&B) y “El verdadero tercer hombre” (Ediciones del Viento) “Los crímenes de Atapuerca” (Caligrama)
Periodista de RTVE.