
Seguimos con los puntos de arranque de una serie que hay que evitar como la peste.
Bodas, bautizos, comuniones y divorcios.
El arranque más manido sin duda es el divorcio, por aquello de que en ficción, las desgracias si no vienen solas mejor e interesan mucho más que las alegrías y la felicidad de aquí a Lima. Un ejemplo de serie que empieza con ruptura es de “De repente, Susan”, a mayor gloria de Brooke Shields.
En dicha serie, Susan abandona a su prometido en el altar para empezar una nueva vida. Si su futuro económico y sentimental con la boda estaba más que asegurado, ahora es más que incierto. Salto al vacío de Brooke Shields.
Por otra parte, la actriz logró un gran éxito con De repente, Susan tras unos años de ostracismo absoluto. La cadena NBC recuperó a la intérprete tras aparecer como estrella invitada en la serie Friends, donde Brooke encarnaba a Erika, una admiradora de Joey que le acosaba descaradamente, creyendo que era el verdadero doctor Drake Ramoray.
Fue tal éxito el capítulo y la actuación de Brooke Shields tan divertida como acosadora desquiciada, que los directivos de la cadena decidieron ofrecerle una serie propia.

Quien no se tomó nada bien el cameo de la actriz en Friends fue su novio de por aquel entonces Andre Agassi, quien le echó en cara a Brooke que le había hecho quedar como un gilipollas, y sufrió tal a ataque de cuernos que destrozó todos sus trofeos de Gran Slam. André está un poco del ala.
Un toque de originalidad
Una vez que conocemos los puntos de arranque de los que tenemos que huir como de la peste, en caso de fuerza mayor, pero fuerza mayor, si tenemos que recurrir a uno de estos arranques, hay que darle una vuelta a la situación, tenemos que hacerla nuestra sí o sí.
Así ponemos nuestro granito de arena, dando un toque de originalidad a ese arranque tan manido.

Acordaros de lo que hizo Anthony Zuicker en el piloto de su serie CSI Las Vegas. El punto de arranque de esta ficción comenzaba con la llegada al departamento de la novata Holly Gribbs.
La policía empezaba con buen pie su primer día de trabado y todo estaba sembrado en el piloto para presagiar que Holly sería una de las protagonistas de CSI Las Vegas.
Sin embargo ¡sorpresa! Holly, al final del capitulo, recibía un disparo y moría. De un plumazo, un arranque gris recibido el estallido súbito de una paleta de colores.
Los guionistas de CSI consiguieron darle la vuelta a la situación, creando una serie de expectativas que, posteriormente, no se cumplían. Consiguieron traumatizar, impactar, y ser novedosos, las tres reglas básicas de un buen arranque de guion de serie.
Otro ejemplo es el de la serie Grace and Frankie. La ficción creada por Marta Kauffman y Howard J. Morris está protagonizada por Jane Fonda y Lili Tomlin.

Su arranque es una clara muestra de cómo darle una vuelta a una premisa muy vista, en este caso un divorcio. Grace es la directiva retirada de un empresa de cosméticos que fundó y Frankie es una maestra hippy que enseña arte. Sus respectivos maridos, Robert y Sol, son socios en un bufete de abogados de éxito en San Diego. La vida de ambas mujeres da un giro de guion, cuando sus esposos anuncian que están enamorados uno del otro y desean casarse.
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Escritora. Autora junto con Gonzalo Toledano del libro “Cómo crear una serie de televisión” (Ediciones T&B) y “El verdadero tercer hombre” (Ediciones del Viento) “Los crímenes de Atapuerca” (Caligrama)
Periodista de RTVE.