Bajo una luna amarilla

A la memoria de Antonio Antón

Bajo una luna amarilla

oímos a los angelitos negros de Machín, 

Antonio Banderas se abraza a Eusebio Poncela 

en una cama de “La ley del deseo”. 

Somos buenos amigos 

porque no nos deseamos. 

Nos escapamos en la playa, 

fumamos a escondidas 

y bebemos tequila en Fijata. 

En la calle Bolivia corremos 

y hacemos de la risa, nuestra bandera

nuestra única ley. 

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