Flipo en colores al ver el documental “Tres idénticos desconocidos”. Qué historia tan alucinante. Qué historión. Lo tiene todo para ser una buena historia, que es tan difícil de encontrar: giros, buenos personajes, una historia que parece más ficción que real por las sorpresas que nos encontramos, una tragedia final.
Corren los años 70. Cuando Eddy va a la universidad, y se enfrenta a su primer día de clase, de repente se da cuenta de que chicos y chicas lo saludan como si lo conocieran de toda la vida y le llaman Bobby.
-Que guay que hayas vuelto, Bobby.
-¡Pero si nunca he estado aquí! -piensa Eddy.
Te echábamos de menos, le dicen. El corazón le da un vuelco a Eddy cuando un compañero, que sabe que Bobby no va a volver a la facultad, le enseña una foto de un joven que es idéntico que él. Es su hermano gemelo. Pero él no tenía ni idea de que lo tenía.
-¿Qué día es tu cumpleaños? ¿Eres adoptado? Conozco a otra persona idéntica a ti.
Lo que más me impresiona de esta historia es que es real. Es tal barbaridad.
Nueva York, 1980: tres completos extraños descubren accidentalmente que son trillizos idénticos, separados en el momento del nacimiento. Una alegre reunión tras 19 años los catapulta a la fama internacional, pero también abre un secreto extraordinario e inquietante que va más allá de sus propias vidas, y que podría transformar nuestra comprensión de la naturaleza humana.
Lo tremendo es que los tres hermanos, Bobby Shafran, Eddy Galland y David Kellman, trillizos a los que separaron al nacer como parte de un estudio para determinar qué porcentaje de los problemas mentales viene heredado y cuál de la educación y sus padres adoptivos descubren que sus hijos han sido un experimento sobre la educación y la genética, su influencia en los problemas mentales.
Una joven madre judía, que se vio en la angustiosa situación de no poder hacerse cargo de sus hijos, dio a sus bebés en adopción a una agencia especializada en bebés judías. Una vez allí, con la ayuda de un psiquiatra, decidieron separar a los tres bebés y darlos a diferentes familias de distintos niveles socioeconómicos.
Luego el psiquiatra asistía a las casas de los niños adoptados, los observaban y toman notas para su estudio que nunca se hizo público.
Sí, un macabro experimento que afectó a tres vidas humanas. Se intentaban averiguar si la genética o la educación y el entorno marcan más la posibilidad de tener enfermedades mentales.
Eddy, Bobby y David se hacen inseparables desde que se conocen. Montan un restaurante juntos, van a programas de televisión, incluso hacen un cameo en la película en la que aparecía Madonna: “Buscando a Susan desesperadamente”.
El documental “Tres idénticos desconocidos” ganó el Premio Especial del Jurado en el Festival de Sundance en 2018.
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Escritora. Autora junto con Gonzalo Toledano del libro “Cómo crear una serie de televisión” (Ediciones T&B) y “El verdadero tercer hombre” (Ediciones del Viento) “Los crímenes de Atapuerca” (Caligrama)
Periodista de RTVE.