Sentirme bien ya llovió

Ya llovió

A la memoria de mi padre. 

Ya llovió sobre la vida umbría, 

ya cenizó sobre la adolescencia sombría, 

ya nevó sobre la infancia perdida

ya granizó sobre la juventud aterida. 

Ahora es tiempo de vivir la apetencia, 

la querencia sin dolencia, 

en la charca clara del alma mía. 

Sentirme bien ya llovió

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