
En la fiesta en la que vienen los jefes británicos a vistar la agencia, y hay una nueva estrella emergente, Guy, y un cambio en el organigrama (Steerling se queda fuera del árbol), Peggy le dice a Joan que la ha estado escuchando durante todos esos años. “No todas podemos ser como tú, Joan” pero algún día “espero conseguir lo que tú quieres”.
Como en muchas secuencias en “Mad Men”, la verdad está muy lejos de lo que se finge aparentar y hay una realidad oculta: el marido de Joan no ha conseguido ser cirujano y, aunque se despide de la agencia, no va hacia un horizonte dorado de “casada” con un jefe de residentes sino que tendrá que buscarse otro trabajo más precario.
Pero Joan es generosa con Peggy.
-Tu éxito es mérito tuyo-le dice.
Joan es sexy, Joan es lista, Joan es una mujer que sabe lo que quiere. Le aconseja a Peggy que si quiere que la tomen en serio deje de vestirse como una niña. Peggy le hace caso.
Joan manda y organiza bien, no soporta las humillaciones (salvo de su futuro marido que la viola en el despacho de Don Draper aunque ella opone toda la resistencia de la que es capaz) aunque sufre críticas y desprecios de los hombres más mediocres de la agencia de publicidad, Steerling and Cooper.
Por otro parte, Joan no aguanta las tonterías de nadie ni compra humo ni soporta gilipolleces al por mayor. El talco y las lentejuelas de la publicidad se las conoce perfectamente.
Joan es necesaria, es justa con las secretarias a su cargo, y cuando McCann va a comprar Steerling and Cooper se encarga de localizar todos los bienes y el material de oficina para llevárselos al nuevo cuartel general del hotel Pierre.
Joan nos enseña a:
-No tragarte las mentiras que salen de la boca de alguien. A otro perro con ese hueso. Joan es una mujer que tiene experiencia en la vida, es lista y es madura. Las bolas se la tragarán otros pero no ella. “Voy a dejar que te enmerdes más”-dice Joan. Es inmune a las falsedades excepto a las de su marido, Greg Harris, que se la cuela pero bien.
-Si no vas a decir nada importante, mejor te callas. Es lo que Joan le dice a Greg cuando le discute la organización de una cena con los colegas y jefe del hospital, donde él trabaja como MIR de Cirugía. Joan quiere evitar una discusión con su prometido, pero este no ceja en su empeño de mostrarse cizañero.
-No quiero discutir-grita Greg.
-Entonces, cállate.
-Cuando una persona ha sido brusca y maleducada, y tú estás hasta el moño.
Joan la mira, con displicencia, y le echa a la cara el humo de su cigarrillo.
-Cuando la gente es muy ridícula y no divierte ni entretiene.
Joan tiene a un víctima, Paul Kinsey, con el que tuvo una relación pero con quien cortó porque “era un bocazas”. Joan es irónica en su cara porque ni sus bromas le hacen gracia ni sus historias se las cree. Tampoco le molan las obras de teatro que escribe Paul.
-Cuando alguien quiere minar tu autoridad. Hay muchos que lo intentan: Jane, el creativo engreído, el ejecutivo brutal de McCann, pero Joan no permite que la pisen. Es su gracia más que su poder la que pone límites a los demás.

¿Cómo es tener a Joan de mentora?
Sobre todo es Peggy Olsson quien se aprovecha de las enseñanzas de Joan, a la que tiene como aliada en la oficina, sobre todo cuando va a buscar compañera de piso para compartir su nuevo apartamento y Joan le da una vuelta al anuncio que ha puesto Peggy en el tablón de anuncios de la agencia.
Es increíble la dignidad que le da Cristina Hendricks a su personaje, maltratada por los hombres, que apuesta por su futuro profesional antes que ser una mantenida, otra vez el leit motif de Weiner de que la mujer que cambia es la que sobrevive.

Joan también nos enseña a poner límites, a ser compasiva y a no librar batallas que no podemos ganar como, cuando, por ejemplo, Jane se enfrenta a Joan después de pescar a Roger.

-No se toleran hombres aburridos. O algo así-es el consejo para buscar compañera de piso de Joan a Peggy.

¿Donde puedes ver “Mad Men”?: En Amazon Prime Video.
Lo mejor: La verdad que emana.
Lo peor: Nada.
¿Con quién verla? A solas.

Tienes algunas de mis novelas en Wattpad.

Escritora. Autora junto con Gonzalo Toledano del libro “Cómo crear una serie de televisión” (Ediciones T&B) y “El verdadero tercer hombre” (Ediciones del Viento) “Los crímenes de Atapuerca” (Caligrama)
Periodista de RTVE.