
En “Mad Men”, Don Draper es capaz de lo mejor y de lo peor. Su obsesión es proteger su nueva identidad y todo lo que conlleva: una familia ideal, un buen trabajo, una vida con la que ha soñado toda la vida lejos de la miseria, de la granja, y de una familia que lo trató mal durante su terrible infancia. “Eran unos miserables”, cuenta Don a Rachel Mencken, después de hacer el amor mientras están tumbados en el sofá.
Pero, un día, su antigua vida llama a la puerta, su identidad de Dick Whitman emerge a la luz y cobra la forma de su hermano pequeño Adam, que lo ha reconocido en una foto del periódico tras ganar un premio. Adam se presenta en la agencia sin avisar para ver a Don.
Adam adora a su hermano mayor y está deseando reunirse con él para retomar y profundizar en su relación fraternal. Admira y quiere con todo su alma a Dick, con el que se crió en una granja de Massachussets hasta que a su padre le mató una coz de un caballo y la familia perdió la granja.
Don y Adam quedan en la desolada y pobretona habitación de un motel donde el hermano pequeño vive.
-Adam, escúchame. Yo tengo una vida. Y sólo va en una dirección: hacia adelante.
-¿Qué tomas? ¿Ginebra?
-Café.
-Puedo ofrecerte lo que quieras.
-No Abigail, no tío Mac. No queda nadie ¿eh?
-No. Murieron todos.
Tras un silencio tenso.
-Todo el mundo decía que eras más listo de lo normal. El tío Mac decía que eras débil pero no era verdad-dice Adam.
-No.
Don le entrega a Adam un sobre lleno de dinero. Su hermano se queda hecho polvo.
-¿Qué haces?
-Son cinco mil dólares. Con este dinero puedes empezar de nuevo, tener una nueva vida-dice Don.
-No los quiero.
-No quiero volver a saber nada de ti.
-No era eso lo que quería.
Su hermano le rompe el corazón como a un niño. Don Draper quiere seguir muerto en lo que a Adam se refiere.
-Crea tu propia vida. Yo tengo demasiado aquí y no puedo arriesgarlo.
Don Draper le dice a su hermano que no hay hueco para él en su nueva vida, que estropearía con su presencia la preciosa fotografía que se puede sacar de su familia, que mancillaría el resplandor de su éxito y quebraría su estabilidad.
Adam se queda desvastado. Mira a su hermano con un nudo en la garganta aguantándose las ganas de llorar.

Don Draper se marcha. Deja a su hermano tirado y más solo que la una, desolado en su creciente desvalimiento, frágil en su angustiosa vulnerabilidad.
Días más tarde, Adam se ahorca. Le deja a Don una caja de viejas fotografías de Dick Whitman y su familia. El vestigio evanescente de un pasado del que huye.

¿Dónde puedes ver “Mad Men”?: En Amazon Prime Video.
Lo mejor: La verdad que emana.
Lo peor: Nada.
¿Con quién puedes ver “Mad Men”? A solas.

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Escritora. Autora junto con Gonzalo Toledano del libro “Cómo crear una serie de televisión” (Ediciones T&B) y “El verdadero tercer hombre” (Ediciones del Viento) “Los crímenes de Atapuerca” (Caligrama)
Periodista de RTVE.