Los gozos y las sombras las bromas crueles de los pueblos

-No me gustaría vivir en un pueblo-dice mamá.

-A mí tampoco.

En “Los gozos y las sombras”, Don Baldomero llega al casino mientras Cayetano y otros amigotes juegan la partida de cartas.

-Dejo la partida. Dejo el puesto a mi amigo el boticario si no tiene inconveniente.

-Como voy a tener.

-Me dijeron que anoche su mujer llegó muy enferma-dice Cayetano.

-Sí, ahora tendrá que ir a la montaña. Tiene dos pulmones como dos cadenas-dice Baldomero.

-Le dejo el coche a su disposición.

-¿Lo dice en serio?

-En estos casos, mi querido don Baldomero, se olvidan las diferencias.

En un aparte, Cayetano busca la confidencia con Carlos:

-Ante ayer me llevé a la cama a la mujer del boticario.

-No.

-Sí. Una tuberculosa medio histérica. Yo no me creía lo de la tuberculósis. Y debo confesarte que aunque me la llevé a la cama, no me acosté con ella. (Se ríe) Porque se desmayó cuando descubrí que tenía las tetas postizas.

Carlos hace un gesto de rechazo. Se aparta de Cayetano.

Cayetano confiesa que quería que lo supiera todo el mundo para bajarle los humos al marido. “Pero, al enterarme, de que Lucía tiene dos agujeros en los pulmones y le queda poco tiempo de vida, he decidido que no lo sepa nadie”, sentencia Cayetano.

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A Cayetano, lo que le realmente le preocupa es que se entere su madre.

-Y tu madre es para ti la medida del bien y del mal-ataja Carlos.

-Naturalmente.

Por otra parte, la pobre Lucia está agonizando y se lo exagera todo a su marido como si fuera la protagonista de un folletín.

-Te he deshonrado, esposo mío. Te he engañado con otro.

-¿Con quién?

-Con Cayetano.

-Calla.

Don Baldomero se queda destrozado. Carlos se lo encuentra llorando en la plaza de Pueblanueva. Está devastado.

-Me he ganado un puesto de honor en la galería del cuerno…Soy un cabrón.

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-El Señor es implacable. No me ha dejado ninguna salida. Estoy hundido. Deshonrado para siempre.

Carlos consuela a don Baldomero. Carlos tan dulce, tan tierno.

-Cálmese. Nadie sabe una sola palabra.

Don Baldomero llora como un niño herido, hecho polvo.

Carlos lo arrastra a su casa a dura penas.

Rafael Alonso hace un papelón encarnando a don Baldomero.

Los gozos y las sombras las bromas crueles de los pueblos

¿Dónde puedes ver “Los gozos y las sombras?: En RTVE PLAY. Es gratis.

Lo mejor: Una nostalgia por una clásico de nuestras series.

Lo peor: La tragedia es muy atávica.

¿Con quién verla?: A solas.

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