«Los crímenes de Atapuerca». Capítulo 5

Sinopsis Queridas lectoras: comparto con vosotras el quinto capítulo de mi novela thriller «Los crímenes de Atapuerca» (Editorial Caligrama) Os dejo la sinopsis para las que os acabéis de incorporar a este viaje. Un crimen escalofriante. A Miriam Sinaloa, una estudiante de 16 años que visita en yacimiento de Atapuerca, la asesinan dentro de la … Leer más

Málaga 82. Capítulo 51

Los sollozos de una llantina desconsolada taladraron la puerta del cuarto de baño. 

-Martín-gritó Margarita. 
Mientras yo pedía la ambulancia y hablaba con la policía, oí a Margarita llamar a su hermano.

Málaga 82. Capítulo 50

Dos días después, cuando yo ya creía que había salido de la vida de Margarita definitivamente, me quedé muy sorprendida al pedirme ella que la acompañara a su casa. Me di cuenta de que -como Neil Armstrong, un pequeñito paso para el hombre, un gran paso para la humanidad- yo había dado un gigantesco paso en mi lírico y obsesivo enamoramiento de la chica de mi vida. Había roto su muro de su desconfianza.

¿Dónde comerían Marianne y Connell de «Normal People» en Málaga?

Después de ese momento cumbre de ficción televisiva magnífica, en el último capítulo de la primera temporada de Normal People, cuando tras decidir Connell que va a aceptar la beca paara irse a Nueva York, y Marianne y él viven una epifanía extática, la pareja se escapa a Málaga de vacaciones, una Málaga que, en agosto, está hasta las cencerretas de guiris ávidos de sol, playa, buena comida, cerveza y gin tonics.

Málaga 82. Capítulo 48

Margarita abrió la puerta de su casa. Entramos en la penumbra de su apartamento, oscuro y pobretón, donde reinaba un olor a puchero. En el salón, había fotos gigantes de la comunión de su hermano y ella. Llamó a Martín, el hermano pequeño, al que quería presentarme. Pero nadie contestó.

«Málaga 82». Capítulo 47

a calle es pina, silenciosa, desierta. Cae un silencio ardiente y sobrenatural sobre Margarita y yo. Flanqueamos madreselvas y zorzales, en íntima comunión, sin decir nada. Yo tengo miedo de decir una tontería y estropear el momento como si fuera una pompa de jabón que un niño hace con tembloroso cuidado.

«Málaga 82». Capítulo 45

Margarita y yo caminamos por el Paseo de Reding, bordeamos el cementerio inglés, el restaurante Adolfo, los edificios amarillos de los militares, la tienda de regalos La azalea, donde Mónica y yo le hemos comprado meses un collar de regalo a Virginia, la lideresa guapa y lista de la clase que viene de Barcelona, lo que le da mucho caché en la remota y estancada Málaga de los años 80.

«Málaga 82». Capítulo 44

Me largo de la playa a toda velocidad, con una ira que me bulle dentro como lava roja. No puedo ni respirar porque una niebla naranja y violenta me ciega la mente. 

«Málaga 82». Capítulo 43

-Qué malapipa esa Sara-dijo María Ángeles. 
Había vuelto a la hoguera y de repente, sin darme, noqueada por el alcohol y el desprecio de María Angeles, noté que me abrasaba las zapatillas Karhus y me quemaban los pies.