Archivo de la etiqueta: novela juvenil

«Málaga 82». Capítulo 39

Sinopsis

Málaga 82Sara Rojas es una adolescente que no tiene amigos. La novela relata la historia de Sara y Margarita, alumnas de BUP en la “insignificante” ciudad de Málaga hace cuatro décadas. Margarita es extrovertida, popular y ha estado con innumerables chicos, pero encuentra su vida exasperantemente aburrida. Sara, por el contrario, es tímida y no ha conseguido tener ninguna relación desde que se mudó con su familia a Málaga hace un año. 

Capítulo 39

Al verme mientras besaba a Paco Pepe, la estrella de balonmano del colegio, María Ángeles puso cara de acabar de ver a E.T. descendido de su nave espacial a la playa de la Malagueta. 

Nos miramos con un duelo alucinado de tensión interna remota y estancada en el tiepo. 

Que pesadilla. 

La miré. Enrojecí. Y el puto libro bajo el brazo. 

-Tenemos a una nueva invitada. 

-¿Quién es la que viene contigo a este percal?-preguntó María Ángeles

-Una amiga-respondió Margarita.  

Vi que estaban las super guays pijas del León XIII, mis némesis, en la moraga. Coño, coño. 

Qué cagada, pensé. Y me sentí fatal. Fuera de lugar en frente a esa hoguera y la rejilla de la barbacoa. Todo el mundo bebía cerveza y sangría. 

Miré a la payasa con cara de orgullo, con una tensión interna que me moría, como una comadreja acorralada. 

-Sara. Maria Ángeles. 

-Es un placer-dijo como si acabara de oler mierda. 

-Igualmente-dije más falsa que un duro sevillano. 

En menudo changuay me había metido yo solita. ¿Quién me manda meterme en esos líos? Era gilipollas. 

Me sentí muy ridícula con el libro de «Crimen y castigo» bajo el brazo. Eso quedaba cero guay. 

Mierda. Tierra trágame. 

No tenía que haber venido. A buenas horas, mangas verdes. 

Eeinstein. ¿Que te esperaba? Una escena romántica como en las películas teen románticas de John Hugues. Pues sí. 

Yo idealizaba demasiado a quien estaba enamorada. Y luego me pegaba la hostia. 

-Venacapacá y tómate un copazo en copa de baloncesto. 

-No. 

-Qué ñoña, vieja-dijo y añadió:   

-Es mi última moraga en esa mierda de colegio. Y para lo que me queda en el convento me cago dentro. 

María Ángeles era border line. Y tenía la gracia por donde amargan las avispas. 

¿Cómo iba a salir yo de esa encerrona? 

-¿Qué llevas bajo el brazo?

-Nada. 

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«Málaga 82». Capítulo 35

Sinopsis

Málaga 82Sara Rojas es una adolescente que no tiene amigos. La novela relata la historia de Sara y Margarita, alumnas de BUP en la “insignificante” ciudad de Málaga hace cuatro décadas. Margarita es extrovertida, popular y ha estado con innumerables chicos, pero encuentra su vida exasperantemente aburrida. Sara, por el contrario, es tímida y no ha conseguido tener ninguna relación desde que se mudó con su familia a Málaga hace un año. 

Capítulo 35

Miro hacia arriba hacia los balcones del edificio donde vivo y donde tengo de vecina a Marisol. Podría ir en moto como en las películas teen de John Hugues pero no tengo moto. Soy demasiado patosa y llevo lentillas porque tengo diez dioptrías en cada ojo, sería un peligro al manillar. 
Además, papá se niega en rotundo. Desde que el hijo de una compañera suya de Magisterio se mató con su moto en Pedregalejo, haciendo un caballito, y vio cómo se quedaba absolutamente destrozada, papá ha prohibido las motos en casa. 

-Sobre mi cadáver. 

Bastante ya que saqué a mis padres el tema de las lentillas, y papá caludicó por fin desinflado por su bondad, al darse cuenta de mis complejos físicos.  

-Bueno, tienes quince años. 

Papá me comprendía. Que alucinante alivio sentí cuando me llevó a General Óptica y me compró mis primeras lentillas. Por fin podía librarme de las gafas de cristal ahumado que me hacían parecer como una friqui perdedora, aspirante a ser la menos popular de la clase. 

Quería que Margarita se enamorase de mí. Pero con esa pinta de existencialista melancólica con gafas ahumadas que tenía, intuía que no lo iba a conseguir ni en una pechá de años. 

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«Málaga 82». Capítulo 26

Sinopsis

Málaga 82Sara Rojas es una adolescente que no tiene amigos. La novela relata la historia de Sara y Margarita, alumnas de BUP en la “insignificante” ciudad de Málaga hace cuatro décadas. Margarita es extrovertida, popular y ha estado con innumerables chicos, pero encuentra su vida exasperantemente aburrida. Sara, por el contrario, es tímida y no ha conseguido tener ninguna relación desde que se mudó con su familia a Málaga hace un año. 

Capítulo 26

Ahora treinta y cinco años después recuerdo a mi primer amor, Margarita, y escribo en mi cuaderno de notas de la Spain Film Commission que me ha regalado G.: narrar con humor y con ternura los conflictos de una adolescente muy tímida que tiene ataques de angustia y no puede hablar en público, que no sólo no logra integrarse en su nuevo instituto sino que es atacada y víctima de bromas pesadas al saberse que es lesbiana y está enamorada de  Margarita, una compañera, que niega ese amor. Ella al principio participa en las bromas hasta que empieza a sentir algo por la protagonista.

No se si llegaré a buen puerto con esta novela. Pero me evade del aburrimiento-tedio-frustración del mediodía de la vida, cuando me ronda, salaz y astuto, el diablo meridiano. 

Tomo más notas con el bolígrafo Shaffer que me dejó en herencia mi padre muerto. Dorado y de frío y agradable tacto, corre la tinta sobre aas páginas de unos cuadernos que me chiflan. 

Ah, el stajanovista trabajo en un programa feminista en Torrespaña, «Las gafas moradas», no me ha drenado toda la energía. Estoy exhausta pero feliz mientras escribo «Primer amor». 

Aún no me he desengañado del mágico juego de la escritura, aún no está la batalla perdida, aún tengo ilusiones y tormentas furiosas repicando en mis venas.   

Gracias a Dios. 

Escribir es una gracia, un don, pero, para mí, tiene mucho de traabajo. Recortar, revisar, pensar, captar esa idea aquí y allá, a ratos perdidos, mientras lo mejor de la cabeza se lo lleva el útil-inútil periodismo que practico en Televisión Española. 

Ah, Margarita. Quería vivir en una casa en una montaña contigo a solas y darlo todo por ti como el teniente Glahn en «Pan» de Knut Hamsum. Yo no me disparé al pie, pero me llevé por delante una violación por defenderte. Y ya no pude volver a verte nunca más porque no me soportaba a mí misma ni aquella noche de alcohol, furia e idiotas.   

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Málaga 82. La mejor fiesta del mundo II

Sinopsis

Málaga 82Sara Rojas es una adolescente que no tiene amigos. La novela relata la historia de Sara y Margarita, alumnas de BUP en la “insignificante” ciudad de Málaga hace cuatro décadas. Margarita es extrovertida, popular y ha estado con innumerables chicos, pero encuentra su vida exasperantemente aburrida. Sara, por el contrario, es tímida y no ha conseguido tener ninguna relación desde que se mudó con su familia a Málaga hace un año. La mejor fiesta del mundo II. Málaga 82. 

Capítulo 19

Pablo vivía en el Limonar, la zona más pija de Málaga. Tenía un casoplón con un jardín fragante y sedoso bajo la noche azul. Estaba justo enfrente de la discoteca Lemon, que haciendo honor a su nombre, tenía una rodaja de limón gigante de neón en lo alto, que irradiaba un amarillo fosforito que perforaba la oscuridad nocturna y atraía magnéticamente a las polillas.

Llegué aterrorizada a la fiesta, con un tembleque en el corazón que me afectaba a todo mi ser, rumiando mil excusas para no empujar la cancela del jardín, pero ¿qué hago yo aquí? Pablo no me ha invitado, lo voy a pasar fatal, se van a meter conmigo, voy a ser el hazmerreír de la fiesta, lo voy a pasar fatal, hasta que le dije a la voz de la valquiria negra que atormentaba mi cabeza:

-¡Cállate! No puedo más contigo. Voy a entrar en esa fiesta, ¿entiendes? Aunque sea lo último que haga en la vida.

El jardín estaba decorado de espumillón de Navidad y globos rosas y púrpura atados con cordeles a los troncos de los árboles, velitas encendidas en los escalones de la escalera de piedra que ascendía hacia la entrada. Pablo se lo había currado.

En el salón atronaba ·Take on me». El chalet era una apología absoluta del grupo A-HA, porque había posters de los tres músicos de Oslo por todas las paredes.

Entré, al borde del paro cardiaco y busqué alguna cara amiga pero no encontré ninguna.

Para que los demás no se dieran cuande de que estaba desplazada, y no tenía amigos ni nadie con quien hablar, simulé tener una dirección a la que ir, fingí tener una cosa urgente qué hacer, y así, aparentando una seguridad que estaba muy lejos de sentir, me recorrí la planta baja del salón admirando las facciones agraciadas de Morten Harket.

Había gentío, barullo, y botellas de whisky, ginebra, coñac, ron negrita, ponche, coñac Soberano, vino, y cerveza, Coca Cola, Fanta de naranja, Fanta de limón, Trinaranjus, Bitter Kas, cuencos de aceitunas y patatas fritas por todas las mesas.

Yo no sabía dónde meterme. Me sentía como un pulpo en un garaje.

El flipante riff de sintetizador de Magne: nanan- nana-nananannanananana…..

We’re talking away
I don’t know what
I’m to say I’ll say it anyway
Today’s another day to find you
Shying away
I’ll be coming for your love, okay?

Pero, a mi terror le impuse valor. Y aparentando una gelida elegancia, una descuidada indiferencia, como si el mundo me importara una mierda, silenciosa y serena, busqué a Margarita con la mirada.

¿Dónde estaba Cenicienta? ¿Por qué no la veía? ¿Me estaría buscando ella también?

Take on me (take on me)
Take me on (take on me)
I’ll be gone
In a day or two
.

So needless to say
I’m odds and ends
But I’ll be stumbling away
Slowly learning that life is okay
Say after me
It’s no better to be safe than sorry.

Ah, qué genial es estar enamorada. No necesitas nada más en el mundo. Ya eres feliz con lo que tienes, y esa dulce euforia te hace volar por encima de las mezquindades y oscuridades de la vida. Nada te importa salvo ella, que te parte en dos.

Entonces la vi. Caía la luz de la lámpara de araña del techo sobre su pelo suelo y rizado color coñac. Estaba guapísima. Con esa dulce expresión en sus facciones de despiste cósmico.

Oh Margarita, gracias Dios mío por haber puesto a esta criatura sobre la tierra y haber a esta pobre infeliz, feliz.

El corazón se me paró. De repente, Pablo la abrazó y la besó. Y ella le correspondió. La música se apagó. Y una pena muy grande me punzó.

¿Qué me había creído? Margarita estaba enamorada de Pablo y Pablo de Margarita. ¿Cómo había podido albergar unas esperanzas tan delirantes? Estaba loca perdida.

En el salón, el silencio absorbió el ruido. Empezó a nevar.

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Nací en Madrid, en 1971. Soy licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense. Trabajo como periodista en Televisión Española. También he trabajado como guionista en diferentes series de televisión (Cuatro, Canal +, Telecinco). Así mismo, soy autora del libro Cómo crear una serie de televisión (T&B Editores, 2007) y de la novela El verdadero tercer hombre (Ediciones del Viento).

En 2010 dirigí un corto, Terapia, que fue nominado a los Premios Goya.

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Málaga 82. Control sorpresa

Sinopsis

Málaga 82Sara Rojas es una adolescente que no tiene amigos. La novela relata la historia de Sara y Margarita, alumnas de BUP en la “insignificante” ciudad de Málaga hace cuatro décadas. Margarita es extrovertida, popular y ha estado con innumerables chicos, pero encuentra su vida exasperantemente aburrida. Sara, por el contrario, es tímida y no ha conseguido tener ninguna relación desde que se mudó con su familia a Málaga hace un año. Málaga 82. Control sorpresa.

Capítulo 15

En clase, me sentaba justo detrás de Margarita. Contemplaba, con gusto, su nuca y su melena color coñac que se rizaba hasta llegarle casi a la cintura.

Margarita se aburre a morir en clase, más que yo, si eso es posible. Hoy barrunto que está de mal humor. La observo mientras dibuja algo con la punta de su compás abierto en la raqueta de su mesa.

La Mosca dice:

-Tenéis que leer La Celestina hasta la pagina 100.

-Noooo, joder, qué coñazo- protesta María Ángeles que no se ha leído un libro ni jarta de whisky.

Margarita se ríe a tontas y a locas, sacudida por una risa nerviosa, de esas que no puedes parar a voluntad como la que te da en los funerales.

-Margarita, comparta eso que le hace a usted tanta gracia para que todos nos podamos reír-dijo La Mosca, con su tono de voz más sádico.

Uy, uy, uy. La que has liado, pollito.

Margarita se queda muda, se pone roja como un tomate pero es absolutamente incapaz de parar de partirse el culo, abochornada. Las mejillas coloreadas por la calefacción de clase y los treinta cuerpos reunidos.

-Si nos lo cuenta, toda la clase nos podemos reír de eso que a usted le hace tanta gracia.

Margarita tiembla como una hoja ahogándose de risa lo cual contagió de animus jocandi a toda la clase.

Qué alegre era mi niña.

Yo me parto a carcajadas por solidaridad con mi amor.

-¡Fuera de clase Margarita. Ve a ver a Don José! Explícale lo que ha pasado. Yo no aguanto ni una más de tus faltas de respeto. Esto es una clase, no un bar.

Margarita se levanta y se va hacia la puerta. De pronto echa un vistazo hacia mi mesa. Yo cierro mi cuaderno bruscamente pero juraría que ella ha visto que en mi cuaderno que yo había escrito MARGARITA en letras mayúsculas. Brasas ardientes me queman las mejillas por dentro. ¿Lo había visto? Mierda, mierda, mierda. La helada serpiente del miedo se enrosca en mi garganta y me asfixia.

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Nuria Verde

Nací en Madrid, en 1971. Soy licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense. Trabajo como periodista en Televisión Española. También he trabajado como guionista en diferentes series de televisión (Cuatro, Canal +, Telecinco). Asimismo, soy autora del libro Cómo crear una serie de televisión (T&B Editores, 2007) y de la novela El verdadero tercer hombre (Ediciones del Viento).

En 2010 dirigí un corto, Terapia, que fue nominado a los Premios Goya.

Málaga 82. Enamorada de la jugadora de balonmano

Sinopsis

Málaga 82Sara Rojas es una adolescente que no tiene amigos. La novela relata la historia de Sara y Margarita, alumnas de BUP en la “insignificante” ciudad de Málaga hace cuatro décadas. Margarita es extrovertida, popular y ha estado con innumerables chicos, pero encuentra su vida exasperantemente aburrida. Sara, por el contrario, es tímida y no ha conseguido tener ninguna relación desde que se mudó con su familia a Málaga hace un año.

Capítulo 13

Margarita era una jugadora de balonmano fantástica. Se movía con agilidad por el campo, se elevaba en el aire, y suspendida en un momento de gracia infinita, tiraba a puerta. Gol. Gol. Y más Gol. Era la Messi del balonmano en el León XIII. Además era una jugadora fuerte, que se fajaba en las situaciones más complicadas del juego. No rehuía el contacto. Margarita se fajaba con las jugadoras más duras, sin ningún miedo. Yo la miraba con una baba fascinada cayéndome por la barbilla. Era maravillosa. Mi corazón me dolía nada más verla porque su mera presencia cambiaba la calidad del ambiente.

Para jugar, Margarita se recogía su preciosa melena rizada en una coleta y corría arriba y abajo por la cancha de cemento granuloso color granate y verde oliva.

Al colegio León XIII, al principio, la obra del polideportivo le había salido mal, había intentado abaratar costes y en el solado se habían abierto unas inmensas grietas. Antonio aka El jardinero siniestro, con ayuda de unos obreros, habían levantado los grandes bloques reventados y los habían tirado al barranco que daba al monte, una cuesta terrosa café con leche muy empinaba que desembocaba a una ladera seca salpicada de jaramago, cardos borriqueros y olivos centenarios. En 1982 no existía el concepto de reciclaje o puntos limpios. La gente hacía lo que le daba la gana.

Cuando salíamos a correr a campo a través-la única actividad de gimnasia que me molaba, saltar al potro, al plinto, al caballo me contraía el estómago de nervios y me daba ganas de potar, en el balonmano era una inútil con patas, cero coordinación y cero recepción de pelota, lo de dar pases adelantados para que la otra jugadora no interrumpiese su carrera se me daba como el culo, yo daba el paso atrasado y ella perdía la pelota y llegó un momento en la que las otras jugadoras dejaron de pasarme la pelota, y yo me sentía una desazón cósmica, una rabia ante el vacío existencial y mi propio fracaso-me gustaba seguir a Margarita y desgajarnos del grupo, adelantándonos camino del colegio de Las Esclavas. Me daba la sensación de que corríamos solas, lejos de la manada, Llegábamos al pretil del patio jadeantes, exhaustas, con los pies cansados por el cansancio, y nos mirábamos y nos sonreíamos. El resto ´del tiempo se resumía en una panoplia de momentos aburridos y sórdidos en el León XIII, hastío y controles sorpresa y estudiar el Bienio liberal, la década ominosa con el gilipollas de Fernando VII.

Me jodió, que Cayetana, una de las jugadoras estrellas del nuestro equipo de balonmano -jugábamos la clase A contra la B, yo por mi apellido, Rojas, siempre caía en el saco de la clase B, me daba igual porque me habían sentado en la misma mesa que Margarita y era feliz, gracias papá por apellidarte Rojas y no Cañizares, por ejemplo, ja, ja, ja- me despreciara cuando pasó lo del penalti.

Cayetana era una chica cetrina, de piel olivácea, larga melena morena que llevaba recogida en una coleta y rara vez se la dejaba suelta. También era una de las estrellas del equipo de balonmano. En el último partido que disputamos contra primero de BUP A, a Cayetana le había hecho un penalti. Había decidido tirar ella a puerta la pena máxima. Falló.

Cayetana cayó en una barrena de culpabilidad y tristeza abisales. Iba preguntando por la ruta del Burro a Yolanda, María Ángeles, Natalia, si la perdonaban por haber fallado el penalti.

-¿Me perdonáis?

Las chicas la miraban y alguna guardó un ominoso y acusador silencio como si ese puto partido fuese más importante que la cura contra el cáncer. Venga, hombre.

Cayetana me dio pena y rompí el silencio.

-No pasa nada.

Ella se volvió hacia mí, furiosa y rápida.

-Tú no me importas.

Me quedé helada.

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Enamorada de la jugadora de balonmano

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Nací en Madrid, en 1971. Soy licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense. Trabajo como periodista en Televisión Española. También he trabajado como guionista en diferentes series de televisión (Cuatro, Canal +, Telecinco). Asimismo, soy autora del libro Cómo crear una serie de televisión (T&B Editores, 2007) y de la novela El verdadero tercer hombre (Ediciones del Viento).

En 2010 dirigí un corto, Terapia, que fue nominado a los Premios Goya.

Málaga 82. Sonaba Take on me y flipábamos

Sinopsis

Málaga 82Sara Rojas es una adolescente que no tiene amigos. La novela relata la historia de Sara y Margarita, alumnas de BUP en la “insignificante” ciudad de Málaga hace cuatro décadas. Margarita es extrovertida, popular y ha estado con innumerables chicos, pero encuentra su vida exasperantemente aburrida. Sara, por el contrario, es tímida y no ha conseguido tener ninguna relación desde que se mudó con su familia a Málaga hace un año.

Capítulo 12

Take on me fue el tema estrella de la década de los 80. Fue la canción más emblemática de cuando era púber. Todo el mundo hablaba del videoclip.

-Buff qué pasada-me dijo Mónica tras preguntarme si tenía bien el pelo que siempre llevaba como un souflé electrificado.

Tenía la sensación de no hacer nada en la vida, de vivir paralizada, y la impaciencia y la comezón me comían. Pero al menos tenía Take me on.

Por eso cuando mi madre:

-¿Qué tal en tu cumpleaños?

-Mmmmm.

-¿Dónde estuviste? ¿Fuiste al Rolling con tus amigas?

-Déjame. Ahora no.

-Ah, muy bien, la señorita que vive a la sopa boba.

-Mamá, no estoy de humor. De verdad, estoy muy cansada.

-Pues que sepas que esto no es un hotel. No te lo repito. Tu problema es que tienes todo hecho, privilegiada.

Me encerré en mi habitación, me derrumbé en mi cama marinera, debajo del poster de Echo and The Bunymen y James Dean en Gigante con su cara de niño eterno y su sombrero grande de vaquero en blanco y negro.

Cerré los ojos. Mi madre era tan fría. Un sordo resentimiento hacia ella me quemó como brasas ardiendo en el pecho.

-Gilipollas, te voy a partir la cabeza, ¿qué haces mirando en tus cosas?

-Te gusta Margarita.

-Que te folle un piez, subnormal.

-¡Mamá, Saki está enamoradaaaaa!

Mi hermana estaba debajo de la cama curioseando mi cartera, mirando la foto de Margarita que había recortado de la imagen coral de la clase.

Le tapé la boca. Pero la excitación de Marta por tener poder sobre mí culebreó dentro de su cuerpo y el nerviosismo y la inquietud me mordieron. Date por jodida, Sara.

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Sonaba Take on me.

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Nací en Madrid, en 1971. Soy licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense. Trabajo como periodista en Televisión Española. También he trabajado como guionista en diferentes series de televisión (Cuatro, Canal +, Telecinco). Asimismo, soy autora del libro Cómo crear una serie de televisión (T&B Editores, 2007) y de la novela El verdadero tercer hombre (Ediciones del Viento).

En 2010 dirigí un corto, Terapia, que fue nominado a los Premios Goya.